Una calle rural de la parte oriental de España, es de noche. Un enorme toro corre por la calle con fuego en los cuernos. Le han sido colocadas sendas bolas de cera y prendido fuego, el astado corre por la calle persiguiendo a la población, que habitualmente en este festejo son hombres jovenes.
De la fiesta de El Toro de fuego se ha dicho que tiene sus origenes en el Neolítico. El Toro, animal Solar, con fuegos en su parte frontal corre por la noche iluminando la oscuridad y portando la luz.
Pero de su historia, la constancia historica se remonta a Las Guerras Púnicas, Diodoro Sículo cuenta que Amílcar Barca acudio a Heliké (cuya ubicación se desconoce. Para unos Elche, para otros Belchite) con sus elefantes. Ante ellos, el Regulo Orisón con un ejercito menor, sólo que en la retaguardia llevaba toros con los cuernos preparados para prenderles fuego.
El caos desatado al abalanzarse los toros contra los elefantes hizo que la batalla se inclinase hacia el lado Ibero y donde se dice que Amilcar perdió la vida.
Fotografía gentileza de Fotografia Taurina Aparicio Gomez.
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